Un primer artículo
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Juan Harlock
azel monteagudo
6 participantes
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Un primer artículo
Bueno he redactado esto, y creo que es demasiado extenso, pero bueno, lo cuelgo integramente para que el comisario decida por donde cortar o arreglar. Le faltan varias ilustraciones pero he estado liado con los exámenes así que por lo pornto dejo este pquelo relato. No creo que los artículos que publique sean tan extensos pero quiero darle un enfoque de testimonio de guerra.
Amanece en el tren cama el día 28 de enero de 2010, hay una típica bruma invernal en la pradera castellano leonesa y la escarcha cubre los campos de tierra oscura sembrados de grano. En la cafetería del tren los camareros sirven el desayuno y nos ofrecen la prensa del día. El conflicto con Phoenix sigue recrudecido y las escaladas de violencia se suceden en una gran parte de territorios asolados por la guerra.
Algunos compañeros se encuentran como yo, curioseando con monotonía entre las páginas de la prensa, observando los datos de las elecciones del pasado día 25. Todos nosotros hemos tomado este tren con destino a las nuevas instalaciones que el glorioso partido comunista eEspañol ha preparado. Somos los primeros de los que serán una larga lista de camaradas.
La voz del tren da con monotonía la información de nuestra llegada a Gijón, con celeridad tomo mis pertenencias y me preparo para descender del tren. En la estación de Gijón todo son pasos rápidos y gente desconocida, la ciudad más poblada de eEspaña bulle con emoción, soldados, trabajadores y ciudadanos se agrupan y hacen vida desplazándose de un lado a otro.
Al bajar nos agrupamos con cierto temor y emoción como un pequeño corpúsculo de inmovilidad dentro de la vorágine de gente. En pocos minutos una voz nos saca de esa inmóvil burbuja y nos pone en movimiento. Caminamos unas calles y montamos en un camión de ruedas altas y angulosas formas con un distintivo que me es desconocido. Un par de hombres nos ayudan a salvar la agónica distancia entre el suelo y la caja del camión, sin apenas decir nada nos sentamos en los bancos de los laterales y una vez todos nos hallamos posicionados el camión se pone en marcha.
Los dos hombres que nos ayudan se encuentran de pie, observándonos en silencio apenas inmutándose del fuerte vaivén de nuestro vehículo.
Uno de ellos alza la voz sobre el sonido estruendoso del motor en marcha.
-“¡Bien camaradas, veo que al menos son puntuales. Mi nombre es Juan Harlok y seré vuestro instructor en el tiempo que paséis en el campamento, en este tiempo aprenderéis lo más importante para manteneros con vida en una campaña bélica prolongada, así como a manejar el equipamiento que se destine a tal fin. Como miembros del partido tenéis la obligación y la oportunidad de defender tanto a las gentes que lo componen como a las ideas que lo estructuran!”
Puedo ver a través de la lona impermeable el camino de tierra que serpentea entre los hermosos valles asturianos, pero mi atención en el idílico paisaje se difumina cuando el sonido de las aspas de un gran helicóptero de transporte escoltado por dos mas pequeños de ataque sobrevuelan el camión. El vaivén cesa y las ruedas se mueven sobre asfalto, el escuchar se hace imposible con el fuerte sonido de los reactores de los aviones de caza calentando motores antes del despegue, el camión se para y nuestro instructor nos da la orden de descender con señas. En grupos de dos saltamos del camión y nos arremolinamos con cara incrédula ante la estampa que nos esperaba.
Observamos los tanques T-90 verde oscuro agrupados en filas, los helicópteros sobrevolando en cerradas formaciones nuestras cabezas, como bandadas de pájaros que migran. Los cazas en la pista de hormigón especial rugen como bestias, los reyes de la selva que es la guerra, con sus insignias rojas desafiando el homogéneo gris del camuflaje antirradar. En todos ellos la impronta del abnegado empeño de los trabajadores de las cooperativas de armas se aprecia con claridad. El sol nos deslumbra y el frío nos hace juntarnos unos con otros y con su sola visión todo ese abanico de sensaciones se desplazan para dar solo paso a la emoción descontrolada. En el centro de la explanada en la que nos encontramos puedo observar un asta en la que en su cumbre, mecida tranquila por el viento, la roja bandera comunista ondea.
“¡Soldados del ERE! ¡Bienvenidos al cuartel general de la brigada Lenin!”
Azel Monteagudo, Periodista adscrito al I Batallón de la Iª Brigada Movil del Ejercito Rojo Erepublicano, 4ª Sección blindada.
Amanece en el tren cama el día 28 de enero de 2010, hay una típica bruma invernal en la pradera castellano leonesa y la escarcha cubre los campos de tierra oscura sembrados de grano. En la cafetería del tren los camareros sirven el desayuno y nos ofrecen la prensa del día. El conflicto con Phoenix sigue recrudecido y las escaladas de violencia se suceden en una gran parte de territorios asolados por la guerra.
Algunos compañeros se encuentran como yo, curioseando con monotonía entre las páginas de la prensa, observando los datos de las elecciones del pasado día 25. Todos nosotros hemos tomado este tren con destino a las nuevas instalaciones que el glorioso partido comunista eEspañol ha preparado. Somos los primeros de los que serán una larga lista de camaradas.
La voz del tren da con monotonía la información de nuestra llegada a Gijón, con celeridad tomo mis pertenencias y me preparo para descender del tren. En la estación de Gijón todo son pasos rápidos y gente desconocida, la ciudad más poblada de eEspaña bulle con emoción, soldados, trabajadores y ciudadanos se agrupan y hacen vida desplazándose de un lado a otro.
Al bajar nos agrupamos con cierto temor y emoción como un pequeño corpúsculo de inmovilidad dentro de la vorágine de gente. En pocos minutos una voz nos saca de esa inmóvil burbuja y nos pone en movimiento. Caminamos unas calles y montamos en un camión de ruedas altas y angulosas formas con un distintivo que me es desconocido. Un par de hombres nos ayudan a salvar la agónica distancia entre el suelo y la caja del camión, sin apenas decir nada nos sentamos en los bancos de los laterales y una vez todos nos hallamos posicionados el camión se pone en marcha.
Los dos hombres que nos ayudan se encuentran de pie, observándonos en silencio apenas inmutándose del fuerte vaivén de nuestro vehículo.
Uno de ellos alza la voz sobre el sonido estruendoso del motor en marcha.
-“¡Bien camaradas, veo que al menos son puntuales. Mi nombre es Juan Harlok y seré vuestro instructor en el tiempo que paséis en el campamento, en este tiempo aprenderéis lo más importante para manteneros con vida en una campaña bélica prolongada, así como a manejar el equipamiento que se destine a tal fin. Como miembros del partido tenéis la obligación y la oportunidad de defender tanto a las gentes que lo componen como a las ideas que lo estructuran!”
Puedo ver a través de la lona impermeable el camino de tierra que serpentea entre los hermosos valles asturianos, pero mi atención en el idílico paisaje se difumina cuando el sonido de las aspas de un gran helicóptero de transporte escoltado por dos mas pequeños de ataque sobrevuelan el camión. El vaivén cesa y las ruedas se mueven sobre asfalto, el escuchar se hace imposible con el fuerte sonido de los reactores de los aviones de caza calentando motores antes del despegue, el camión se para y nuestro instructor nos da la orden de descender con señas. En grupos de dos saltamos del camión y nos arremolinamos con cara incrédula ante la estampa que nos esperaba.
Observamos los tanques T-90 verde oscuro agrupados en filas, los helicópteros sobrevolando en cerradas formaciones nuestras cabezas, como bandadas de pájaros que migran. Los cazas en la pista de hormigón especial rugen como bestias, los reyes de la selva que es la guerra, con sus insignias rojas desafiando el homogéneo gris del camuflaje antirradar. En todos ellos la impronta del abnegado empeño de los trabajadores de las cooperativas de armas se aprecia con claridad. El sol nos deslumbra y el frío nos hace juntarnos unos con otros y con su sola visión todo ese abanico de sensaciones se desplazan para dar solo paso a la emoción descontrolada. En el centro de la explanada en la que nos encontramos puedo observar un asta en la que en su cumbre, mecida tranquila por el viento, la roja bandera comunista ondea.
“¡Soldados del ERE! ¡Bienvenidos al cuartel general de la brigada Lenin!”
Azel Monteagudo, Periodista adscrito al I Batallón de la Iª Brigada Movil del Ejercito Rojo Erepublicano, 4ª Sección blindada.
azel monteagudo- Oficial
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 26/01/2010
Localización : Madrid
Re: Un primer artículo
excelente relato si, sigue aqui mañana lo colgare en mi periodico figurando tu como el autor.
Saludos camarada!
Saludos camarada!
Juan Harlock- Coronel General
- Mensajes : 3033
Fecha de inscripción : 20/01/2010
Re: Un primer artículo
Genial solo le faltan fotos, quería poner un T-90 y hacer un montaje con un par de cosejas mas, pero voy a estar bastante liao.
azel monteagudo- Oficial
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 26/01/2010
Localización : Madrid
Re: Un primer artículo
Juan Harlock escribió:excelente relato si, sigue aqui mañana lo colgare en mi periodico figurando tu como el autor.
Saludos camarada!
Camarada Harlock, puedes buscarle tu un par de fotos chulas, de un tanque, buscate fotos de cuarteles...
Sabes lo que le pegaria? Imagenes de comic, quedaria de luxe.
Con fotos tendrás más exito.
Sabes algo de BBCodes?
Con letras + grandes y negritas de vez en cuando, los articulos son mucho + masmolones!
Si mañana tengo tiempo le meto algún BBcode.
De todas maneras, le pediré a Gen que postee por aqui los enlaces a un par de guias muy interesantes.
Muy buen relato camarada Monteagudo.
Invitado- Invitado
Re: Un primer artículo
ok, intentare para mañana buscar unas fotos para adornar el escrito :)
Juan Harlock- Coronel General
- Mensajes : 3033
Fecha de inscripción : 20/01/2010
Re: Un primer artículo
esta shuliisimo shurmano, felicidades :)
Francky Manchester- Capitán
- Mensajes : 571
Fecha de inscripción : 31/12/2009
Re: Un primer artículo
Que bien narrado camarada. Tenemos planes para tí
X-mon- Comisario de Foros
- Mensajes : 4670
Fecha de inscripción : 04/01/2010
Re: Un primer artículo
Gracias por vuestra confianza camaradas.
azel monteagudo- Oficial
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 26/01/2010
Localización : Madrid
Re: Un primer artículo
si sigues ahi y tienes un momento, ven a la sala irc.
X-mon- Comisario de Foros
- Mensajes : 4670
Fecha de inscripción : 04/01/2010
Re: Un primer artículo
Un simple apunte, cambia lo de pradera castellano leonesa por meseta castellano leonesa que es lo que realmente somos.
Me encanta, estamos esperando moarrrrrrrrrrrrrrr
Me encanta, estamos esperando moarrrrrrrrrrrrrrr
THE MUMMY- General
- Mensajes : 1900
Fecha de inscripción : 26/11/2009
Localización : En la Castilla Profunda
Re: Un primer artículo
Ostras que fallo, cierto, cierto es una meseta, no se ande tenía yo cabeza XD. Bueno, eso se arregla rápido.
azel monteagudo- Oficial
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 26/01/2010
Localización : Madrid
Re: Un primer artículo
me encanta un magnifico relato
un saludo camarada
olon
un saludo camarada
olon
0lon- Teniente Jr
- Mensajes : 214
Fecha de inscripción : 23/01/2010
Re: Un primer artículo
azel, voy a colgarlo com te dije.
Juan Harlock- Coronel General
- Mensajes : 3033
Fecha de inscripción : 20/01/2010
Re: Un primer artículo
aqui lo teneis: http://www.erepublik.com/es/article/la-brigada-lenin--1174510/1/20
Juan Harlock- Coronel General
- Mensajes : 3033
Fecha de inscripción : 20/01/2010
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